19:30, Estacion del Sur, Méndez Alvaro: el estrés comienza a sustituir la serenidad con que tomé el cercanias. En plus, en français. Es este idioma que te exige estar despierto en todo momento, siempre con los ojos puestos en la pronunciacion, en la articulacion linguo-bucal. Nunca convencido de lo que dices ni de lo que comprendes.
En la parada para cenar, me esfuerzo en creer a la chica que me dice "mais non, tu parles bien". Intento describirle este estrés lingüistico, explicarle lo agradable que es vivir entre los tuyos, lo jodido que es no poder bromear. Parfois il paraît qu'elle comprend et parfois pas. Parece, esa es la cuestion: parece que me ha comprendido. Antes de que diga nada, intento bromear: même en espagnole, parfois on ne comprend pas ce que je dis. Esta vez estoy seguro, no tiene gracia. Cambiamos de tema sucesivamente, de lo que se trata es de hablar, no importa sobre qué.
Lentamente, voy dandome cuenta de que en Francia uno no puede estar como en España y atisbo solo dos posibilidades: o bien desdoblar mi personalidad o bien expandirla. Decido que es un dilema demasiado rebuscado para pronunciarme en estos tiempos. El ideal para mi, habida cuenta de la cercania cultural, es lograr fundirme en lo francés y pasar por una de sus gentes, pero nunca a cualquier precio. Ser aceptado, diriamos. Reminiscencias de la infancia.
Poco a poco, voy comprendiendo que aquel estrés es artificial: ni hablo tan mal francés, ni es tan importante que comprendan todo lo que digo. Ademas, si no pueden reir con las estupideces que verbalizo, que lo hagan con las que gesticulo: no es tan dramatico. Decido dormir un rato.
Ya en Bordeaux, me levanto a la una del mediodia, comemos y damos una vuelta de 3 horas por la ciudad. Es preciosa y distinta: señorial, extraña, indiferente. El inmenso rio Garona la divide en dos y la tiñe de sobriedad. Si, debo hablar español de vez en cuando, asi que lo hago y repito las veces que haga falta.
Solo en el piso de Deborah y Alice, decido volver un ratito a Madrid, de donde me fui triste y sin despedirme. Yo soy de aqui, me decia, igual que de Girona. Aqui habré vuelto en cuanto me despiste. Ademas, me he sentido mejor que nunca. No, no me despido mas que con abrazos y besos. Por qué me despido, si no me voy?, pienso en cada abrazo.
Vuelvo ahora a Francia y me digo paio, qué estas haciendo? De repente, me alegro al pensar que podré compartir mas cosas con mas personas y me siento cursi y cansado.
http://www.youtube.com/watch?v=R8rgcAfbMngMe digo que una pequeña impaciencia puede arruinar un gran proyecto.
Siento como el orin en mi barriga me recuerda el camino hacia el baño y decido, en efecto, volver a lo mundano. Despues, me fumere un cigarrillo.
