CRóNiCaS DeL GLoBo

1.08.2007

Chocolate con churros

Despés de lustros sin escribir en tan preciado espacio por razones pùramente tecnologicas, he de deciros que Nancy es feo, antipàtico y, para màs inri, no merece la reputacion que a su entorno se ha creado en lo que se refiere al Art Nouveau. Llanamente, es una ciudad igual. Igual en cada calle, igual que. Una ciudad que, siendo generoso, quiere parecerse a una gran ciudad, pero que sigue buscando.
Su arquitectura desorganizada me desquicia, y solo consigo relajarme ante alguna de las pocas joyas que esconde este borron de capital de region, siempre a la sombra de Metz, ciudad a todas luces.
Pero lo que màs me revienta de todo son aquellos que, intentando entablar una conversacion sobre cosas de este tipo (por "cosas de este tipo" entendemos cosas de interés general, cosas que vayan màs allà de la punta de la nariz de un individuo), no son capaces de hacer otra cosa que negarse por sistema a tu opinion. Te importa, mequetrece de tres al cuarto? Es mi opinion, carajo.
Y asi andamos en estas tierras, en proceso de integracion. Buscando a personas que sepan escuchar y sean capaces de crearse una opinion, un poquito màs lejos de las passarelas de moda y la télérealité (es abominable: intuyo que los franceses se encuentran algo màs desamparados que los españoles; que, en general, son menos criticos con los productos de creacion de necesidades. Eso si, cuando se encuentra a los que lo tienen claro, a los que saben mirar, ya no el programa, sino su razon de ser, esos lo tienen màs claro que nadie.). Eso es lo que busco y lo que no me va a permitir resignarme con gente que no me aporta nada aparte de algunas conversaciones en francés, estùpidas y de mal gusto.
Reintegràndome y haciéndome valer, que yo naci hace tres dias.

He pasado dos dias en Brusselas, una ciudad preciosa, llena de espacios que dejan vivir y de edificios que despiertan la nobleza y la generosidad. Mucho turista a cualquier hora y cosmopolitismo en cada esquina. En España no conocemos todavia los beneficios de la inmigracion: somos un poco paletos, diria yo, demasiado tradicionalistas.
Luego bajé en tren y pasé unas horas en Lille, que viniendo de Brusselas me parecio mediocre, aunqué pensàndolo mejor, fue un tiempo bien invertido: es abierta y con mucha actividad cultural, como atestiguaban la veintena de elefantes de plàstico en tamaño real que presidian el largo de una de las calles principales del centro.
De Paris no puedo hablar mucho y ya tampoco quiero, hala. Alli llegué, sali de marcha y dormi, como podia haber hecho en Madrid aunque, obviamente, no disfrutaba de la misma compañia. Y se nota. Demasiado para mi gusto.

Disculpen el cabreo.

En fin, solo queria que supiérais que tengo hambre y voy a comerme, en francés, a la mayor parte de Francia.

2 Comments:

  • Iba a publicar alguna cosa, foto o lo que sea, pero vi tu entrada, vaya, Marc... Letras con fuerza. Mi impresión, sinceramente, es que la ciudad se te está quedando pequeña. A lo mejor no es así, pero bajo el volcán todo se ve diferente.

    un abrazo.

    En nada estamos ahí, en la Francia del idioma francés, del chovinismo y del orgullo, dándolo casi todo.

    By Blogger Peter Pánico, at 09 enero, 2007 15:01  

  • Es así, se me ha quedado pequeña y me recuerda los peores pasajes del Olot cerrado y tradicionalista con el que no tenía nada en común.
    Afortunadamente, igual que en Olot, hay sectores de Nancy y de sus gentes con quienes puedo desahogarme en el supermercado o tomando un café. Esto es lo que despierta las ganas de vivir: criticar lo criticable.

    Un abrazo.

    By Blogger Marc, at 09 enero, 2007 15:35  

Publicar un comentario

<< Home