Carpaccio cervical

No voy a empezar diciendo lo solo que me encuentro, lo oscura que está la noche ni contar los cigarros que me he fumado hoy. Estoy cansado de describir por aquí escenas inútiles, que de nada sirven a darles cierto acercamiento sobre lo que verdaderamente está pasando. Que si me siento uno y yo, que si el estrés, que si vidas universitarias... Leo entrelíneas y ya van 62 entradas de casi los mismos problemas, que se han ido repitiendo a lo largo de cuatro meses. ¿Qué está pasando por ahí? ¿Qué escenas tienen para mí? No vale que digan que todo sigue igual, porque todo siempre está igual. Siento que no sé absolutamente nada. Nada de nada y pese a lo utópico e ideal que suena la era de la comunicación, yo, paradójicamente, me siento incomunicado.

Tengo hambre de ustedes. Podríamos practicar cierto canibalismo por aquí. Solo deben acercar el cuello a la pantalla y dejar que yo les muerda. Al principio, mi ceño se frunciría, porque la carne cruda no sabe del todo bien. Pero después, laminando al estilo carpaccio cada uno de sus cuellos, quizás podría degustarles. Estoy famélico, me falta el helio que ustedes tienen, ese que convierte mi voz en la de un enano.

(Ya respiré helio, ahora con voz de enano)

Voz de enano: ¡Me cago en las cursilerías, la poesía barata, la maldita vida de bohemio que hoy no se puede llevar! ¡Me cago en los poetas de cartón, en los escritores frustados y en los teóricos! ¡Estúpidos, inventan cosas que no sirven para nada! ¡Me cago en las frases célebres y en los eruditos! "Me estoy leyendo un libro de..." "Encontré un poema de... (que copiaré)" El arte lleva siendo plagiado durante siglos. Retroalimentado, reciclado, fagocitado y alimentando al buitre-bebé. Bajo el Sol, lo único nuevo es la desolación. ¿Por qué no se dejan de levedades de seres y cogen un destornillador?

(Se baja el helio, ahora con mi voz, atemporal e insólita)

¿Cuánto me queda en este sitio? Mi tiempo de Erasmus ha pasado como un chasquido de dedos. Por cierto, vuestros cuellos están muy sabrosos. Lástima que no tengo aceite de oliva auténtico. Hasta mi meada es más densa que el aceite de oliva que aquí venden. Sin embargo, aderezados con un poco de limón y quizás algo de orégano, el carpaccio cervical es de lo mejor que he probado.

(Otra vez helio, usado como refresco después de ingerir la carne cruda finamente fileteada)

Voz de enano: Les echo de menos (al final, se vuelve a lo mismo).

Tiempo que ha llevado deshumanizar esta entrada en la bitácora: 17 minutos.

P.D.: cernícalo - m. Pequeña ave de rapiña con cabeza abultada, pico y uñas negros y fuertes, y plumaje rojizo con una banda negra en la cola.