Entre Lo Par y Lo Impar

Una semana más que viene, pasa y se va (adiós, adiós, semana impar). El fin de semana para algunas de las moradoras del portal rojo ha sido al más puro estilo residencial: no hemos visto la calle ni por la ventana. Pero está bien un "de vez en cuando" de espíritu casero no? Yo creo que sí, tengo la mente clara, los huesos tranquilos y los pulmones con la dosis normal de nicotina, benzeno y alquitrán.

La recién estrenada coleta de los años ochenta y yo acabamos de terminar una editoral: Generación 2.0, la primera, probablemente no la última. Cada vez que tengo que escribir de cosas de actualidad me doy cuenta de que el el mundo está del revés, loco, ha perdido la lógica (se cayó por la brecha digital con el último terremoto asiático).

Y ya que la cosa va últimamente de cocina, no puedo dejar de decir que los riojanos (ya no tengo muy claro quién de los dos, o es que quiero ser diplomática) han hecho gala de sus dotes culinarias con unas patatas de su tierra que, por su calidad y consistencia, nos han dejado amontonados y apelmazados en el sofá hasta que el café, divina bebida, ha cumplido con eficiencia su tarea.

Por lo demás, el edificio de ladrillos rojos sigue en su sitio, la residencia también, La Antigua no se ha movido ni un milímetro y Madrid no lo sé, porque hace tiempo que no voy a vigilarlo.

Lloverá mañana?

pdta: Marc, la asociación está dando sus últimos estertores de muerte.